El Norte está cubierto de polvo y su luz siempre es de bienvenida. En la ruta los cocoteros sobre el asfalto, las palmeras de brillantes ojos que parecen querer alcanzar el sol. La desgracia ha pasado por aquí y parece que la vida continua. El verde se apropia del paisaje y como después de la tormenta llega la calma, nuevos seres ahora pueblan el Norte y se abren paso sobre el agreste, antes, desierto.  

Tras 23 horas de viaje en bus llego a Talara, destino final Lobitos, esta vez para formar parte en la Residencia del proyecto Lobitos Cinema Project (LCP). Este proyecto nace hace más de seis años con el propósito de trabajar en conjunto con la comunidad lobiteña. Desde entonces han surgido talleres de fotografía, video documental, dibujo, surf, mural participativo etc.

Este año es fundamental ya que tras un proceso de maduración se está elaborando el libro Memorias de Pescador que reúne la historia de los lobiteños desde 1900, época en la que llega la petrolera inglesa (Compañía Petrolera Lobitos CPL). Una población de 6 mil personas entre ingleses y locales se asentó en esta parte del país en busca del oro negro, cuenta la leyenda que hasta aquí llegó Marilyn Monroe y la Reina Elizabeth, pienso que todo es posible si Hemingway vivió en Cabo Blanco.

De esa época quedan las ahora casitas de pino inglesas con sus perfectos porches y techos altos especialmente diseñados para cubrirse del sol y del viento. Los ingleses se quedaron hasta 1957, año en que la estadounidense International Petroleum Company compra la concesión a CPL. En 1960 por una permuta y transferencia entre el Ministerio de Guerra y la IPC, los militares y sus familias llegan al barrio de Castilla, y los pescadores son despojados nuevamente de su territorio, se empieza entonces a construir una historia de resistencia entre los lobiteños y militares. Abusos, violencia, como son las conquistas de los territorios, dejaría a Lobitos sumido en la rabia y la desesperanza. Dicen que Fujimori les regalo algunos títulos y que con eso se saldó de alguna forma la deuda con los militares.

Lo cierto es que Lobitos, con varios Fenómenos del Niño de por medio, con surfers enamorados de la ola lobiteña, sobrevive y vive al ritmo del oleaje y al tiempo de su tiempo que no es más que el retorno a la vida simple.

¿Qué cantan los grillos?

Lugares apropiados para conversar buscan ser trampas para turistas. Dos niños uniformados salen de la escuela sorteando cráteres que dejó el huaico y en donde ahora se empoza el barro las ruedas de sus mochilas se hunden y levantan un poquito más el polvo. Eso no importa, tampoco importa que sus blanquísimas camisas se ensucien si ya es hora de la siesta. En la playa las olas conversan en su lenguaje secreto agudos aullidos de felicidad.

Me recibe una plaga de grillos que son herencia de huaicos y lluvias. Amanda, Nico, Emi son los encargados de llevar LCP y me advierten bajar el ritmo, observar el primer atardecer y obvio un cebiche bien norteño. Aunque provoca dedicarse al ejercicio de la contemplación aquí se viene a trabajar. El ritmo lo dicta el clima y hoy las lluvias han cesado.

El día empieza con el taller de foto en donde Nico trabaja con niños del barrio de Primavera. Durante el curso Nico y los chicos exploran las nuevas y viejas bombas extractoras de petróleo llamadas entre los locales, zancuditos. El ejercicio del registro les permite reflexionar también sobre el paso de los huaicos; para muchos ha sido su primer Fenómeno del Niño. A pesar que en Lobitos las consecuencias no fueron tan graves, las familias pasaron largos días aislados y sin agua. Hoy se escuchó del primer brote de dengue en el pueblo, pero, por ahora, los chicos y chicas con cámara en mano descubren cómo el lodo da paso a recientes caminos, grietas en donde crece nueva vida. En definitiva, una estética fascinante que descubren a través del lente de la cámara.

Por la tarde nos visita Elisa, ella tiene 10 años y hoy llegó a la casa LCP porque necesita ayuda con las tareas de la única escuela en Lobitos. Le gusta su colegio y con voz suave y pausada nos explica los nuevos aprendizajes del día. Esta semana el tema a debatir ha sido la pubertad. Se inicia una discusión que nos obliga a viajar en el tiempo de nuestra, para algunos, confusa adolescencia, en donde los cambios son abruptos y a veces no tan placenteros. Elisa reflexiona en silencio y toma nota pero, eso sí, resalta que en el recreo solo juega con chicas porque los niños son muy “toscos”.

El sol esa fuente de energía inagotable nos ordena bajar el ritmo, llegó la noche.

La reconstrucción

Pedro que también trabaja con la comunidad, hoy llegó a la casa LCP para contarnos que el sábado asistirá a la segunda reunión nacional por la reconstrucción en Piura. Pedro que es Teniente Alcalde de Lobitos quiere transmitir a la comisión de gobierno central, algunos ajenos a la realidad lobiteña, que miren a su comunidad como un espacio en abandono. Lobitos a pesar de las grandes inversiones petroleras no ha recibido aún el apoyo necesario del Estado, y sigue teniendo problemáticas tan elementales y urgentes como son escasez de agua y desagüe, además de los servicios de salud y educación ineficientes.

Lobitos se construye bajo restos de lo que más de una vez fue una población numerosa. Restos de un muelle inglés conviven junto a ruinas de un campamento militar (cuando los militares y sus familias llegan a los barrios de Castilla, Leticia, Zarumilla y Panamá desalojan a los pescadores al Barrio Primavera, lugar en donde ahora vive una población de 1.500 personas). No solo en tierra se perciben los restos también en el mar descansan plataformas de petroleras que ya dejaron de funcionar.

Aunque algunas construcciones sobreviven y funcionan como restaurantes o albergues para turistas, muchas otras están a punto del derrumbe como la comandancia general o lo que fue el calabazo militar. Ahora pájaros carroñeros, el viento y la sal han tomado posesión de ellas.

A pesar de todas estas contradicciones y del difícil terreno, Lobitos Cinema Project vive y se construye bajo la autogestión y el buen vivir comunitario, el equipo humano que forma LCP sabe que primero hay que sembrar para construir. La historia de lobitos y el magnifico paisaje natural los conquistó.

En el 2014 también nació Coast to Coast, otro de los proyectos en el que trabajan Nico y Emi integrantes de LCP. Este proyecto busca replicar la experiencia LCP en todo el mundo. De esta manera ya han viajado a México, Colombia, La India, Indonesia y Costa Rica y en unos meses llegarán a la Isla Morotai en Indonesia en donde tienen la segunda base del proyecto y que curiosamente está ubicada a los dos extremos del Pacifico, alineados perfectamente con nuestra costa. Ahí se trabaja en proyectos de ecoturismo enfocado a la comunidad. 

En Morotai también experimentan los mismo cambios que ocurren en la costa de nuestra país, cambios a nivel climático y contaminación inclusive viven los mismos fenómenos como el del Fenómeno del Niño. 

La idea de Coast to Coast es trabajar en la identidad para que los pescadores sean autores de su propia historia. En un futuro se busca crear una red que una a los pescadores de diferentes países para que compartan sus experiencia y aprendizajes frente a estos fenómenos. Luchar contra la falsa idea de que el mar es un recurso inagotable, es una prioridad y tarea de los pescadores artesanales, guardianes del mar.

Por las noches nos dedicamos a darle más forma al libro Memorias de Pescador una investigación a cargo de Amanda Gonzales y Nina Lacan. Este libro complementa el trabajo comunitario de todos estos años y busca rescatar la historia Lobiteña para los lobiteños, un intenso trabajo de memoria y entrega que muy pronto se podrá compartir.

El mar y los libros

Los días transcurren lentamente, una tranquilidad que muchos hemos olvidado al vivir en el intenso ritmo de la ciudad. Ya es el cuarto día y pronto hay que dejar el paraíso.

Me despido de Lobitos que es viento, mar, cambios bruscos de temperatura y que vive también su propio ritmo. Es por eso que surfers de todo el mundo buscan a lobitos y su ola perfecta, es por eso que las petroleras hace ya más de cien años encontraron en estas tierras su fuente de riqueza. Este punto del planeta, que para muchos pasa desapercibido, es un codiciado espacio en donde se libran silenciosas batallas por la conquista del territorio. Por eso también es importante que surjan ideas como la de Lobitos Cinema Project, porque brindan herramientas que ayudan a la comunidad a revalorar su espacio y crear lazos de retroalimentación que fortalecen los vínculos humanos, que sin duda en épocas en las que vivimos se hacen tan urgentes.

Alguna vez escuche que los viajes recién inician cuando uno está de vuelta en el lugar de partida. Volver a Lima está vez me deja con muchas interrogantes pero con la firme certeza que trabajando en comunidad se logra tejer lazos imborrables que hacen del buen vivir una necesidad, me quedo también con la misma pregunta que se hizo Borges ¿quién es el mar, quién soy?

La casa LCP estará abierta hasta agosto de este año para participar en ella pueden encontrar información en estos links: https://www.facebook.com/Lobitos-Cinema-Project-697455040327582/https://www.lobitoscinemaproject.com