¿Cuál es el lugar de la mujer en el mundo ? Me hago esa pregunta una y otra vez. Sin duda es bastante el espacio ganado desde que se estableció el derecho al voto hace tan solo 60 años, desde entonces el movimiento que defiende los derechos de las mujeres ha ido creciendo vertiginosamente. Hoy no solo mujeres adultas hablamos sobre la igualdad de género sino también adolescentes y niñas. Este esfuerzo en conjunto ha conseguido, por ejemplo, que se produzca y difunda con más fuerza literatura infantil que promueve el lugar de grandes mujeres en la historia. Mi hija de siete años me pide cada noche que le lea una de estas historias. Un avance, desde luego, en discutir de lo que realmente se debe conseguir: la equidad de género. 

Sin embargo, junto a este movimiento global también se ha incrementado la violencia hacia las mujeres, en especial a las adolescentes y niñas. Es posible que empoderarlas haga un efecto repulsivo en hombres que aún no nos consideran sus semejantes y por el contrario creen que ejercen derechos sobre nuestros cuerpos. Entre el 2011 y 2018 se han registrado en el Perú 836 casos de feminicidio*, y las mujeres entre los 18 y 24 años representan el 60% del total, y las menores de 18, el 10% .

Uno de los casos más sonados durante el 2018, por tratarse de un acto de violencia en plena luz pública, fue el caso de Eyvi Agreda, una joven de 22 años que fue quemada viva en un bus. En su defensa, el agresor dijo haber cometido tal monstruosidad debido a que ella ignoraba sus acercamientos. Los ataques hacia las niñas también ha ido en aumento. Hace unos días, en Argentina, una menor embarazada por violación de un vecino de 60 años decidió abortar y el Estado argentino se lo negó. Como resultado, grupos feministas se unieron para ejercer presión y se respetase la voluntad de la menor. La niña ingresó a emergencia con un embarazo de 24 semanas y se le practicó una cesárea. A los pocos días el bebé falleció. Esta noticia a conmocionó a Argentina, y puso en el tapete la tortura que ejerció el Estado a esta niña de 12 años que quería abortar debido a una violación. 

Me pregunto cuántos casos similares a estos ocurren en nuestro país diariamente, niñas que son acosadas por parientes cercanos y hasta por sus propios padres. Niñas y niños que no se atreven a denunciar, y que si lo hacen el Estado les niega el derecho a llevar una vida digna, casos que son silenciados por las propias familias junto con la complicidad del Estado que aún no permite un avance notable en derechos hacia las mujeres. La legalización del aborto terapéutico en caso de violación se sigue debatiendo en nuestro país, mientras que niñas menores de 13 años abandonan la escuela debido a un embarazo por violación. Durante los últimos 10 años, 150 mil niñas y adolescentes han sido madres.

Como consecuencia de esta ausencia de protección hacia las mujeres y las niñas, las redes sociales parecen una vitrina en las que las noticias de este tipo abundan. Las denuncias hacia violadores, pederastas que incluyen capturas de conversaciones aberrantes entre un adulto y una criatura están expuestas en línea con la finalidad de denunciar al acosador. ¿Es suficiente eso? Desde luego que no. Proteger a nuestros niños debe ser una de las prioridades del Estado, por el contrario, jueces corruptos han utilizado su poder para liberar de toda culpa a estos monstruos.

Pero este movimiento que busca la equidad de género no se detiene ante las agresiones y ya son más las niñas que reclaman sus derechos y exigen justicia hacia los ataques de adultos perversos. La semana pasada durante las fiestas de carnaval, niñas ayacuchanas que no llegan ni a los 10 años coreaban “No queremos acoso, no queremos secuestro”. Estas pequeñas son conscientes del peligro que corren, y exigen desde sus voces alegres y dulces, protección.

El acoso es delito y proteger a nuestras niñas nunca ha sido tan urgente como ahora. Ejercer presión para que el Estado a través de la educación y la salud den prioridad en sus agendas a una educación sexual integral enfocada en la igualdad de genero así como erradicar el machismo de nuestra sociedad es tarea también de todos. Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, lo quiero dedicar a reflexionar sobre el papel que ejercemos los adultos y el Estado en la protección de nuestras niñas. ¿Estamos contribuyendo al desarrollo de las niñas desde la igualdad de género? ¿Las estamos protegiendo de la violencia y el maltrato? La Corte Suprema revisará el Currículo Escolar y la implementación del enfoque de género en los colegios, esperemos, pues, que los grupos que se oponen a un enfoque de género y a una educación sexual integral den un paso al costado y permitan que nuestras niñas y jóvenes reciban un futuro libre de acoso y de violencia sexual. Si queremos ocupar un lugar de igualdad en el mundo, debemos unir aún más los esfuerzos para que las hijas de nuestras hijas sean libres de acosadores, de vivir su sexualidad sin el temor a ser discriminadas, ni maltratadas. 

* Fuente INEI. Perú: Estadísticas de Feminicidio 2011-2018